jueves, marzo 15, 2007
Cena "ligera" de entre-semana
6:18 p. m. | 
Post de
Doña Col
Estamos inmersos en pleno periplo invitero, vamos, repartiendo invitaciones desaforaos perdidos.
El lunes llamé a unos amiguetes para llevarles la invitación a casa y nos comentaron que pasásemos por allí el martes… Salvado el malentendido de la hora, allí estábamos los dos, llenos de orgullo y satisfacción, repartiendo invitaciones.
Pero no fuimos los únicos en regalar algo… no… Nos regalaron una cena que te cagXX.
Para empezar e ir abriendo boca, un cóctel de cava: angostura, triple seco y cava… aparte de un color ambarino precioso, tenía un sabor delicioso…
Una vez dada buena cuenta del cóctel, se sirvió la cena.
Para empezar zamburiñas con jamón al azafrán. Las zamburiñas estaban perfectas, puro sabor a mar y albariño de la cocción, y el jamón redondeaba el plato adornado con el aroma a azafrán. Puro exotismo en un plato de mar y montaña.
Después, lo mejor de la velada según ni opinión: Ossobuco de ciervo cazado en montería. Hablaba lenguas. Todas las del mundo mundial… Vaya delicia. El quid de la cuestión: la carne había sido macerada en tres vinos diferentes, primero en blanco, después en tinto y posteriormente en otro tinto sobre el que se había realizado la reducción para la salsa. Como dijo el artista de los fogones de nuestro amigo: “Este guiso no conoce el agua ni la harina: Ese es el truco”.
Para acabar: Guiso de liebre. Buenísimo, aunque debido a su fuerte sabor, lo condenamos a ser el último plato para que no nos saturase y pudiésemos catar los demás, y al final estábamos a reventar y yo relamiéndome aun del ciervo…
Todo fue regado con cava, así que os podéis imaginar, lo mucho que nos reímos y lo tarde que acabamos, porque entre la cena, el postre, el café, el copazo… acabamos a las tantas. Vaya cuerpo de jota que tenía yo el miércoles: se me cerraban los ojos alternativamente, para tenerlos abiertos me bizqueaban… Vamos, un despropósito de mujer, estaba más cerca de Marujita Díaz que de cualquier ser racional…
El lunes llamé a unos amiguetes para llevarles la invitación a casa y nos comentaron que pasásemos por allí el martes… Salvado el malentendido de la hora, allí estábamos los dos, llenos de orgullo y satisfacción, repartiendo invitaciones.
Pero no fuimos los únicos en regalar algo… no… Nos regalaron una cena que te cagXX.
Para empezar e ir abriendo boca, un cóctel de cava: angostura, triple seco y cava… aparte de un color ambarino precioso, tenía un sabor delicioso…
Una vez dada buena cuenta del cóctel, se sirvió la cena.
Para empezar zamburiñas con jamón al azafrán. Las zamburiñas estaban perfectas, puro sabor a mar y albariño de la cocción, y el jamón redondeaba el plato adornado con el aroma a azafrán. Puro exotismo en un plato de mar y montaña.
Después, lo mejor de la velada según ni opinión: Ossobuco de ciervo cazado en montería. Hablaba lenguas. Todas las del mundo mundial… Vaya delicia. El quid de la cuestión: la carne había sido macerada en tres vinos diferentes, primero en blanco, después en tinto y posteriormente en otro tinto sobre el que se había realizado la reducción para la salsa. Como dijo el artista de los fogones de nuestro amigo: “Este guiso no conoce el agua ni la harina: Ese es el truco”.
Para acabar: Guiso de liebre. Buenísimo, aunque debido a su fuerte sabor, lo condenamos a ser el último plato para que no nos saturase y pudiésemos catar los demás, y al final estábamos a reventar y yo relamiéndome aun del ciervo…
Todo fue regado con cava, así que os podéis imaginar, lo mucho que nos reímos y lo tarde que acabamos, porque entre la cena, el postre, el café, el copazo… acabamos a las tantas. Vaya cuerpo de jota que tenía yo el miércoles: se me cerraban los ojos alternativamente, para tenerlos abiertos me bizqueaban… Vamos, un despropósito de mujer, estaba más cerca de Marujita Díaz que de cualquier ser racional…
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3 comentarios:
Anda, consigue entera la receta secreta de ese osobuco a los tres vinos, please....ahora que nos has dado hambre, al menos concedenos eso...:)
En cuanto vea al mega cocinicas de mi amigo se lo pregunto, aunque ahora con los trajetreos que llevamos, con un poco de suerte lo veré el dia de la boda...
vaya vaya esperar tanto doña col , dile que te lo haga no espere la boda no sea que se arepienta, jajajja
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