lunes, marzo 12, 2007
Viernes de bocata
12:32 p. m. | 
Post de
Doña Col
Llevamos unos días de estrés que paqué… Cuando acaben todas las movidas de la boda no nos lo vamos a creer…
A estas movidas se unen otras, como no (esto es como las desgracias, que nunca vienen solas: vienen como los donuts de 2 en 2, o como los autobuses de la línea 42, de 3 en 3…)
El caso es que el viernes, aprovechando la coyuntura de que nos juntábamos los amiguetes para darles el regalo de boda a la Reichel y al Richi (con esos nombres no son gitanicos, no, son los nombres de guerra) en la Almozara, fuimos un rato antes para dar una invitación de boda a otro amiguete.
Entramos en un bar llamado “Contemporáneo” muy majete, nuevo, en la avenida Almozara (no se el número, se que está al lado del 42) a echar una caña. Como íbamos con poco tiempo porque nos esperaban para la solemne entrega del regalo, no nos dio tiempo a echar unas tapas, pero nos quedamos con las ganas…Tremendo el expositor de las tapas… madre mía…Volveremos fijo.
Después de la entrega del regalo surgió la idea de ir a echar un bocatilla por ahí y… ¿dónde acabamos? Noooooooo, en el “Contemporáneo” no, no por ganas, sino por escasez de hueco. Así que optamos por otro bar nuevo que hay justo al lado, bastante más grande y espacioso.
Se llama “Saudade” y está en Avda. Almozara nº 42.
Pillamos todos bocata, menos un par que querían cenar ligero y pidieron ensaladas… jajaja, eran tamaño de familia numerosa y les salían por las orejas, así que de ligero nada.
Me pedí un bocata I.M.P.R.E.S.I.O.N.A.N.T.E.: Chapata de Queso Tronchón, con tomates secados al sol, rúcula y Chutney de Mango. Vaya combinación, la suavidad del queso, combinaba a la perfección con el agridulce del Chutney, la fortaleza del tomate y el sabor a campo de la rúcula. Simplemente delicioso.
En cuanto al establecimiento en general, muy agradable, con fotos del mundo mundial muy vistosas, los WC muy limpios, y los gallumbos de los camareros muy floreados (había uno, que llevaba unos gallumbos tan bonitos y fardones que no podía guardárselos para el solo, tenía que compartirlos con el resto de la humanidad)
Por si alguno se dejase caer por aquellos lares, os aviso que tiene zona wi-fi, así que se puede zampar y blogear al mismo tiempo…
Ya siento no tener fotos pero me pilló totalmente de sopetón y pasé de sacar las fotos con el móvil porque aun tengo pendientes de sacar las de dos cenas que, por vagancia de no leerme las instrucciones del teléfono, las tengo en la memoria del móvil muy bien guardadicas…
A estas movidas se unen otras, como no (esto es como las desgracias, que nunca vienen solas: vienen como los donuts de 2 en 2, o como los autobuses de la línea 42, de 3 en 3…)
El caso es que el viernes, aprovechando la coyuntura de que nos juntábamos los amiguetes para darles el regalo de boda a la Reichel y al Richi (con esos nombres no son gitanicos, no, son los nombres de guerra) en la Almozara, fuimos un rato antes para dar una invitación de boda a otro amiguete.
Entramos en un bar llamado “Contemporáneo” muy majete, nuevo, en la avenida Almozara (no se el número, se que está al lado del 42) a echar una caña. Como íbamos con poco tiempo porque nos esperaban para la solemne entrega del regalo, no nos dio tiempo a echar unas tapas, pero nos quedamos con las ganas…Tremendo el expositor de las tapas… madre mía…Volveremos fijo.
Después de la entrega del regalo surgió la idea de ir a echar un bocatilla por ahí y… ¿dónde acabamos? Noooooooo, en el “Contemporáneo” no, no por ganas, sino por escasez de hueco. Así que optamos por otro bar nuevo que hay justo al lado, bastante más grande y espacioso.
Se llama “Saudade” y está en Avda. Almozara nº 42.
Pillamos todos bocata, menos un par que querían cenar ligero y pidieron ensaladas… jajaja, eran tamaño de familia numerosa y les salían por las orejas, así que de ligero nada.
Me pedí un bocata I.M.P.R.E.S.I.O.N.A.N.T.E.: Chapata de Queso Tronchón, con tomates secados al sol, rúcula y Chutney de Mango. Vaya combinación, la suavidad del queso, combinaba a la perfección con el agridulce del Chutney, la fortaleza del tomate y el sabor a campo de la rúcula. Simplemente delicioso.
En cuanto al establecimiento en general, muy agradable, con fotos del mundo mundial muy vistosas, los WC muy limpios, y los gallumbos de los camareros muy floreados (había uno, que llevaba unos gallumbos tan bonitos y fardones que no podía guardárselos para el solo, tenía que compartirlos con el resto de la humanidad)
Por si alguno se dejase caer por aquellos lares, os aviso que tiene zona wi-fi, así que se puede zampar y blogear al mismo tiempo…
Ya siento no tener fotos pero me pilló totalmente de sopetón y pasé de sacar las fotos con el móvil porque aun tengo pendientes de sacar las de dos cenas que, por vagancia de no leerme las instrucciones del teléfono, las tengo en la memoria del móvil muy bien guardadicas…
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