miércoles, mayo 09, 2007
Preambulo e ideas preconcebidas...
1:12 p. m. |
Post de
Doña Col |
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Antes de comenzar a postear sobre el la boda y el viaje de novios, me gustaría comenzar hablando de las ideas preconcebidas que tenía sobre los países que iba a visitar y que se cayeron por el suelo… En su mayoría son ideas que tenía gravadas a fuego en mi mente de la ciudad de Nueva York (desde ahora NYC que así acabo antes).
Ahí las suelto:
Gente gorda y mal alimentada: Nooooooooo, craso error… he llegado a la conclusión de que los habitantes de NYC no se asemejan en nada a la idea de americano medio que todos tenemos en la cabeza. La mayoría de ellos, visten bastante bien y cuidan en grado sumo su aspecto (lo que más me impresionó fue la importancia que le dan a las manos y la cantidad de salones de manicura que proliferan por las calles). Se ven infinidad de gimnasios con cristaleras, desde la que se puede ver a multitud de newyorkinos sudorosos intentando seguir a su profe de spinning, aerobic, o artes marciales. En cuanto al mito de la mala alimentación… creo que va a ser que no. Si que es verdad que hay muchos establecimientos de comida rápida, pero entre ellos hay sitios de sopas, ensaladas, frutas… Al lado de los vendedores de perritos calientes tienes vendedores de frutas con una pinta estupenda (manzanas, sandias, frutas tropicales…) y que conste, que pude verificar que la ración “big size” del Mc. Donalds me pareció escuálida y pequeña comparándola con las que sirven en España (solo eran grandes las patatas y el refresco). Conclusión: el que come mal es porque quiere ya que existe la alternativa de comida sana y bien de precio.
El café de NYC es la bomba: Supongo que como la mayoría, estoy acostumbrada a ver a la gente de las pelis rodadas en NYC, portando siempre esos piazo cafés enormes y humeantes por la calle… Así que pensaba, jo, pues si que tiene que estar bueno para que se lo vayan bebiendo por la calle… Pues no, estaba más malo que paque’ … Puag… era agüilla sucia de alcantarilla cocinada con tierra cienagosa de los pantanos… Resumiendo: lo que en mi pueblo de dice “malo de cojones”… Además tenía el incomodo efecto secundario de liberar los intestinos sustituyendo la europea “hora All Bran” por la “hora del café” cada poco rato… Menos mal que el Fortasec es de efecto rápido… El caso es que los únicos cafés que podían ingerirse sin peligro de deshidratación por cagaleras, eran los del Starbucks…
Las calles de NYC son mu’peligrosas maña: Que va… Por lo visto en los últimos años hay un exceso de seguridad impresionante. Supongo que si te vas a Central Park a las 2 de la mañana con un fajo de dólares en la mano, cantando “soy la reina de los mares” y con un cartel a la espalda que ponga “róbame, soy gili”, pues igual, van y te roban. Nosotros paseamos por la noche, por el día, por el Bronx, Queens… Y nada de inseguridad.
Es una ciudad muy grande por lo que es fácil perderse: Lo de grande es verdad pero lo de perderse nopppp. Es la ciudad con el trazado más sencillo y perfecto que he visto. Hasta ahora mi ideal de ciudad era la Barcelona de Ildefonso Cerdá, pero ahora (ya lo siento nens) gana NYC por goleada. Es sencillísimo moverse por sus calles, ya que están trazadas como una inmensa cuadrícula: calles en horizontal contando desde el sur hacia el norte y avenidas en vertical dispuestas de este a oeste. Más fácil imposible.
La gente de NYC es desagradable y altanera: Yo pensaba que se sentían el ombligo del mundo y por ello eran desagradables y se reían de los turistas. Que va… más salaos y mas maos que las pesetas. Si te veían haciéndote fotos, te paraban y te preguntaban si querías que ellos te hiciesen una foto para estar los 2 juntos (nos paso varias veces, incluso con el típico ejecutivo agresivo). Lo mismo si te veían con un plano (lo que más me impactó, fue como un músico callejero que estaba tocando en la puerta del metro del Museo de Historia Natural, nos vio con un mapa, paró y vino a explicarnos la combinación de metro que teníamos que tomar).
La barrera del idioma: He de reconocer que me intimidaba un tanto… Estaba un poco oxidada y tenía miedo de no entender a los americanos con sus giros raros y contracturas de las palabras a tuti plen… Pues tampoco. Allí el idioma oficial es el inglés, pero el que habla casi todo dios es el español… que risas… además si no lo hablan te entienden o hacen el esfuerzo de entenderte… El caso es que el inglés que hablamos en la mayoría de las situaciones era más por vicio que por necesidad…
Contaminación: Tenía la impresión de que habría contaminación, suciedad… Craso error… Se podían comer sopas en las aceras. Todo limpio y reluciente, nada de contaminación. El único punto negativo al respecto es el olor que salía de ciertas alcantarillas a animal muerto…
Racismo: Después de ver mogollón de pelis, y videos caseros de palizas a negros que echan en las noticias tenía la idea de que era un lugar bastante racista. Mentira gorda. Allí conviven todo tipo de personas: blancos, negros, asiáticos, hispanos, judíos ultra ortodoxos… y todos van a su marcha. Cada uno vive en su barrio, pero se ve un ambiente de respeto y transigencia que no había visto hasta ahora en ningún otro lugar.
Los rascacielos son tochos de hormigón: Pensaba que iba a encontrar una ciudad tocha, llena de edificios altísimos sin ninguna personalidad… Qué va, pese a que la mayoría de los edificios son rascacielos no te sientes “encerrado” en la ciudad. Y los edificios son chulísimos… Dicen que uno de los iconos de NYC (junto con la Estatua de la Libertad) es el Empire State, pero yo me quedo con el Edificio Chrysler que estaba al lado de nuestro hotel y podía contemplarlo cada mañana al despertar desde la ventana. Una auténtica joya del Art Deco.
Los maderos de NYC son unos chulos que lo flipas: Pues no lo tengo muy claro, pero me metieron mogollón de miedo con lo cafres que eran, que si te cacheaban en todos los sitios, bla, bla, bla… La primera toma de contacto con ellos fue en inmigración en el aeropuerto, y fue cachonda porque nos toco un poli que estuvo bromeando con nosotros. Nadie nos cacheo y además nos hicimos fotos con ellos (creo que estaban deseando que les pidieses una foto).
De momento estas son las ideas, a grosso modo, que llevaba cambiadas “on my mind” sobre NYC…
La verdad es que es una ciudad genial llena de contrastes, de carteles de colores, de olores a mil comidas… Creo que sobra decir que me encantó…
En cuanto a Punta Cana… la verdad es que las ideas se cumplieron… Llevaba los típicos estereotípos que se fueron cumpliendo uno tras otro, sobre todo los de la gente. Todo se puede resumir en los gachos que salen en los anuncios del Malibú… Son así de verdad, que pasada. Aplatanadicos, lentos… Eso sí, en cuanto sonaba música parecía que llevaban resortes… Además también me hizo mucha gracia el deporte nacional que practican. Los libros dicen que es el béisbol pero se equivocan: el deporte nacional es el tonteo, ligoteo, roneo o como quieras llamarlo. Madre mía, estaban todo el día igual. No se como lo soportan, jajaja… Supongo que será la Mama Juana (en próximos capítulos).
Ahí las suelto:
Gente gorda y mal alimentada: Nooooooooo, craso error… he llegado a la conclusión de que los habitantes de NYC no se asemejan en nada a la idea de americano medio que todos tenemos en la cabeza. La mayoría de ellos, visten bastante bien y cuidan en grado sumo su aspecto (lo que más me impresionó fue la importancia que le dan a las manos y la cantidad de salones de manicura que proliferan por las calles). Se ven infinidad de gimnasios con cristaleras, desde la que se puede ver a multitud de newyorkinos sudorosos intentando seguir a su profe de spinning, aerobic, o artes marciales. En cuanto al mito de la mala alimentación… creo que va a ser que no. Si que es verdad que hay muchos establecimientos de comida rápida, pero entre ellos hay sitios de sopas, ensaladas, frutas… Al lado de los vendedores de perritos calientes tienes vendedores de frutas con una pinta estupenda (manzanas, sandias, frutas tropicales…) y que conste, que pude verificar que la ración “big size” del Mc. Donalds me pareció escuálida y pequeña comparándola con las que sirven en España (solo eran grandes las patatas y el refresco). Conclusión: el que come mal es porque quiere ya que existe la alternativa de comida sana y bien de precio.
El café de NYC es la bomba: Supongo que como la mayoría, estoy acostumbrada a ver a la gente de las pelis rodadas en NYC, portando siempre esos piazo cafés enormes y humeantes por la calle… Así que pensaba, jo, pues si que tiene que estar bueno para que se lo vayan bebiendo por la calle… Pues no, estaba más malo que paque’ … Puag… era agüilla sucia de alcantarilla cocinada con tierra cienagosa de los pantanos… Resumiendo: lo que en mi pueblo de dice “malo de cojones”… Además tenía el incomodo efecto secundario de liberar los intestinos sustituyendo la europea “hora All Bran” por la “hora del café” cada poco rato… Menos mal que el Fortasec es de efecto rápido… El caso es que los únicos cafés que podían ingerirse sin peligro de deshidratación por cagaleras, eran los del Starbucks…
Las calles de NYC son mu’peligrosas maña: Que va… Por lo visto en los últimos años hay un exceso de seguridad impresionante. Supongo que si te vas a Central Park a las 2 de la mañana con un fajo de dólares en la mano, cantando “soy la reina de los mares” y con un cartel a la espalda que ponga “róbame, soy gili”, pues igual, van y te roban. Nosotros paseamos por la noche, por el día, por el Bronx, Queens… Y nada de inseguridad.
Es una ciudad muy grande por lo que es fácil perderse: Lo de grande es verdad pero lo de perderse nopppp. Es la ciudad con el trazado más sencillo y perfecto que he visto. Hasta ahora mi ideal de ciudad era la Barcelona de Ildefonso Cerdá, pero ahora (ya lo siento nens) gana NYC por goleada. Es sencillísimo moverse por sus calles, ya que están trazadas como una inmensa cuadrícula: calles en horizontal contando desde el sur hacia el norte y avenidas en vertical dispuestas de este a oeste. Más fácil imposible.
La gente de NYC es desagradable y altanera: Yo pensaba que se sentían el ombligo del mundo y por ello eran desagradables y se reían de los turistas. Que va… más salaos y mas maos que las pesetas. Si te veían haciéndote fotos, te paraban y te preguntaban si querías que ellos te hiciesen una foto para estar los 2 juntos (nos paso varias veces, incluso con el típico ejecutivo agresivo). Lo mismo si te veían con un plano (lo que más me impactó, fue como un músico callejero que estaba tocando en la puerta del metro del Museo de Historia Natural, nos vio con un mapa, paró y vino a explicarnos la combinación de metro que teníamos que tomar).
La barrera del idioma: He de reconocer que me intimidaba un tanto… Estaba un poco oxidada y tenía miedo de no entender a los americanos con sus giros raros y contracturas de las palabras a tuti plen… Pues tampoco. Allí el idioma oficial es el inglés, pero el que habla casi todo dios es el español… que risas… además si no lo hablan te entienden o hacen el esfuerzo de entenderte… El caso es que el inglés que hablamos en la mayoría de las situaciones era más por vicio que por necesidad…
Contaminación: Tenía la impresión de que habría contaminación, suciedad… Craso error… Se podían comer sopas en las aceras. Todo limpio y reluciente, nada de contaminación. El único punto negativo al respecto es el olor que salía de ciertas alcantarillas a animal muerto…
Racismo: Después de ver mogollón de pelis, y videos caseros de palizas a negros que echan en las noticias tenía la idea de que era un lugar bastante racista. Mentira gorda. Allí conviven todo tipo de personas: blancos, negros, asiáticos, hispanos, judíos ultra ortodoxos… y todos van a su marcha. Cada uno vive en su barrio, pero se ve un ambiente de respeto y transigencia que no había visto hasta ahora en ningún otro lugar.
Los rascacielos son tochos de hormigón: Pensaba que iba a encontrar una ciudad tocha, llena de edificios altísimos sin ninguna personalidad… Qué va, pese a que la mayoría de los edificios son rascacielos no te sientes “encerrado” en la ciudad. Y los edificios son chulísimos… Dicen que uno de los iconos de NYC (junto con la Estatua de la Libertad) es el Empire State, pero yo me quedo con el Edificio Chrysler que estaba al lado de nuestro hotel y podía contemplarlo cada mañana al despertar desde la ventana. Una auténtica joya del Art Deco.
Los maderos de NYC son unos chulos que lo flipas: Pues no lo tengo muy claro, pero me metieron mogollón de miedo con lo cafres que eran, que si te cacheaban en todos los sitios, bla, bla, bla… La primera toma de contacto con ellos fue en inmigración en el aeropuerto, y fue cachonda porque nos toco un poli que estuvo bromeando con nosotros. Nadie nos cacheo y además nos hicimos fotos con ellos (creo que estaban deseando que les pidieses una foto).
De momento estas son las ideas, a grosso modo, que llevaba cambiadas “on my mind” sobre NYC…
La verdad es que es una ciudad genial llena de contrastes, de carteles de colores, de olores a mil comidas… Creo que sobra decir que me encantó…
En cuanto a Punta Cana… la verdad es que las ideas se cumplieron… Llevaba los típicos estereotípos que se fueron cumpliendo uno tras otro, sobre todo los de la gente. Todo se puede resumir en los gachos que salen en los anuncios del Malibú… Son así de verdad, que pasada. Aplatanadicos, lentos… Eso sí, en cuanto sonaba música parecía que llevaban resortes… Además también me hizo mucha gracia el deporte nacional que practican. Los libros dicen que es el béisbol pero se equivocan: el deporte nacional es el tonteo, ligoteo, roneo o como quieras llamarlo. Madre mía, estaban todo el día igual. No se como lo soportan, jajaja… Supongo que será la Mama Juana (en próximos capítulos).
Pedazo de testamento que he escrito. Casi me da miedo empezar a contar cosillas... Intetaré resumir...
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6 comentarios:
Te van a nombrar embajada de turismo de Niu Yor...
Pues no me importaría, si me ponen casa y sueldo ahora mismo me iba... no me lo pensaba ni 2 veces... Además Sergio encantado porque volvio igual de contento que yo
Bonita crónica y eso que sólo es el principio,menuda vuelta por Niuyor me he dado.
Bienvenida de nuevo, ya como señora de..., jejeje!!
Qué envidia lo de New York. Esperando más crónicas me quedo!!
Hola. Me ha encantado tu comentario de NYC desmontando tópicos. En octubre me voy para allá también de luna de miel y también con un Sergio,qué casualidad, ¿no?
Solo espero que lo pases tan bien como yo con mi Sergio ;)
Estoy montando poco a poco los post que quiero meter en el blog y espero que te gusten
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