lunes, octubre 25, 2010
Bárbara Gastronomía Bávara
11:12 p. m. | 
Post de
Doña Col
Cómo no podía ser de otro modo, nuestro viaje a Alemania tuvo un marcado carácter gastronómico.
Antes de nada, volver a agradecer a Christian de Eytzinger y a Mamen de Orogourmet (no me cansaré de darles las gracias aunque suene repetitivo) su inestimable empeño por mostrarnos las maravillas de su empresa y la gastronomía bávara.
Nada más llegar a Núremberg, después de un viaje que incluía Ave Zaragoza-Barcelona, taxi desde Sants hasta el Prat, Avión desde Barcelona a Múnich y TGV desde Múnich hasta Núremberg, nos llevaron a probar las especialidades pasteleras del lugar… y por poco nos da un sirocazo al entrar en la pastelería Neef… mirases dónde mirases, tartas con una pinta tremenda, bombones espectaculares… pero lo mejor fue probarlas… no llevaban una pizca de más de azúcar potenciando el sabor natural de las frutas que las coronaban… de hecho, mi elección fue una tarta de ciruelas en la que predominaba más el sabor ácido de la fruta que cualquier otro sabor. Y como no, la presentación incluía oro de Orogourmet.
Antes de nada, volver a agradecer a Christian de Eytzinger y a Mamen de Orogourmet (no me cansaré de darles las gracias aunque suene repetitivo) su inestimable empeño por mostrarnos las maravillas de su empresa y la gastronomía bávara.
Nada más llegar a Núremberg, después de un viaje que incluía Ave Zaragoza-Barcelona, taxi desde Sants hasta el Prat, Avión desde Barcelona a Múnich y TGV desde Múnich hasta Núremberg, nos llevaron a probar las especialidades pasteleras del lugar… y por poco nos da un sirocazo al entrar en la pastelería Neef… mirases dónde mirases, tartas con una pinta tremenda, bombones espectaculares… pero lo mejor fue probarlas… no llevaban una pizca de más de azúcar potenciando el sabor natural de las frutas que las coronaban… de hecho, mi elección fue una tarta de ciruelas en la que predominaba más el sabor ácido de la fruta que cualquier otro sabor. Y como no, la presentación incluía oro de Orogourmet.
Con el estómago lleno y el espíritu contento, realizamos una visita panorámica que nos mostró los lugares más pintorescos y típicos de la bella ciudad de Núremberg hasta la hora de la cena en la que nos llevaron a degustar una especialidad local: las Nürnberger Rostbratwurst. El elegido fue un restaurante local con un encanto especial, “Bratwursthäusle”. Todo madera y luz amarilla que le daba una ambiente cálido e íntimo de lo más entrañable y acogedor.
Allí comimos las deliciosas salchichas acompañadas de los típicos Pretzel , Kartoffelsalat y Chucrut y como no, todo ello regado con las estupendas cervezas alemanas.
Esa noche, dormimos en Schwabach en el Hotel Centro, un lugar tranquilo, moderno y confortable dirigido por gente realmente encantadora.
Al día siguiente, tras realizar la visita a la fábrica de Eytzinger, fuimos a comer al restaurante "Goldener Stern". Un establecimiento de comida típica bávara y muestra de ello, fue el menú con que nos agasajaron en la sala de los “batidores de oro”, todo un museo a este oficio tan arraigado en la región.
Para comenzar, pudimos refrescar nuestras gargantas con un aperitivo que no podía llamarse de otro modo que “el aperitivo del batidor de oro”, elaborado a partir de vino espumoso alemán con licor de pera y manzana y… ¿adivináis que danzaba rítmicamente en el dorado líquido?
Al día siguiente, tras realizar la visita a la fábrica de Eytzinger, fuimos a comer al restaurante "Goldener Stern". Un establecimiento de comida típica bávara y muestra de ello, fue el menú con que nos agasajaron en la sala de los “batidores de oro”, todo un museo a este oficio tan arraigado en la región.
Para comenzar, pudimos refrescar nuestras gargantas con un aperitivo que no podía llamarse de otro modo que “el aperitivo del batidor de oro”, elaborado a partir de vino espumoso alemán con licor de pera y manzana y… ¿adivináis que danzaba rítmicamente en el dorado líquido?
De primero, probamos una “Kürbis Suppe”, una especiada sopa de calabaza, sabrosa y vigorizante acompañada con un palito de camarones rebozados.
A continuación, degustamos “Entie mit Blaukraut”, o lo que viene a ser, pato deliciosamente cocinado con una bola de patata de textura viscosa pero de sabor inigualable.
Y de postre (veamos si soy capaz de reproducir el nombre entero) “Zwetschgenröster mit schwarzem Pfeffer und weißem Schokoparfait” claro ¿no? Jejeje. Una deliciosa compota de ciruelas con pimienta negra y pastel de chocolate blanco.
Toda esta deliciosa comida fue regada con un delicioso Vino Blanco de la Región de Franconia.
En cuanto a Múnich, comimos en numerosos establecimientos… la verdad es que comimos en todos bien, aunque sí que es cierto que la reina de los menús eran las “salchichen”… daba igual que pidieses una ensalada… allí, en un lugar dominante estaban ellas…
Pero lo que pasará a los anales fue la bacanal vikinga a la que pudimos asistir: ¡La October Fest! Cerveza a litros, bávaras jamonacas y buen rollo, muy buen rollo…
Ya estamos pensando en volver al año que viene ¿alquien se apunta?
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3 comentarios:
QUÉ GRANDE!!Yo también he estado en Nurenberg probando toda la comida y bebida que podía. Estuve en el Fusser un restaurante genial, todo hecho en piedra y cómo dices, luz ténue. Las salchichitas típicas de allí y la cerveza Tucher para mí lo mejor. Bravo por la entrada!!!!!
Restaurantes Zaragoza.Islote gastronómico
Fernando... Al año que viene volvemos... así que...
En cuanto a los del concurso... me lo voy a pensar porque me queda poco tiempo...
solo veo un problema al concurso...
¿cómo participamos las personas que no vivimos ni en barcelona ni madrid?
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