domingo, octubre 17, 2010

Visita a la fábrica de Oro Gourmet: La seguridad alimentaria ante todo

Hace un mes aproximadamente, estuvimos por Alemania. Y os preguntareis ¿qué se le ha perdido a esta por esas tierras?
Pues nada más y nada menos que la visita a la fábrica Eytzinger dónde se elaboran los productos de Oro Gourmet. Mamen, la chica del oro comestible, nos propuso la idea y nosotros de cabeza que fuimos para allá…
Durante semanas estuve informándome sobre el oro comestible, leyendo de todo (inciso: os recomiendo que cuando busquéis información en materia de seguridad alimentaria, no os fieis de todas las fuentes ya que muchos de ellas provienen de estudios “subvencionados” los cuales obviamente no van a ir en contra de sus patrocinadores) y llegué a la conclusión de que tanto el oro como la plata comestible según las Entidades con mayor peso en materia de Seguridad alimentaria (EFSA, FDA, USDA, FAO…) son productos cuya toxicidad ha quedado descartada y por ello su uso está aprobado y permitido como aditivo alimentario (E-174 y E-175) para uso en líquidos y chocolate a nivel industrial, aunque estos usos estarán en breve en proceso de revisión para ser ampliados.
La verdad es que desde que entramos en la fábrica, hasta que salimos, estuvimos con la boca abierta, sorprendidos y admirados por todo aquello que nuestros ojos iban viendo… y solo la cerrábamos cuando escuchábamos las explicaciones que Christian Scheuring, gerente de la organización, nos iba brindando.
En realidad la línea dedicada a alimentación de la empresa elabora oro, plata y cobre, todos aprobados como aditivos por la Comunidad Europea entre otros, los cuales se elaboran en gama de hasta 30 colores mediante diferentes aleaciones manteniendo siempre, los 22 kilates mínimos de oro, plata o cobre exigidos por la legislación en materia de seguridad alimentaria.
El proceso es más manual y tradicional de lo que podía imaginarme inicialmente y puede resumirse en el siguiente diagrama de flujo.

(Pinchar sobre la imagen para ampliar)
(Si quieres ver las fotos ampliadas, visita éste álbum de Flickr)

Durante la visita, me llamó personalmente la atención el tratamiento de la seguridad alimentaria que se daba a todos los procesos e instalaciones ya sabéis, cosas de la deformación profesional, y puede ver entre otros aspectos, como usan lubricantes aptos para la industria alimentaria (algo que no todas las empresas de alimentación cumplen) o empolvan las hojas de los libros con sulfato de calcio de fabricación propia, apto para uso en industria alimentaria.
Especial mención merece la gestión de la trazabilidad. Me sorprendió ver como se puede seguir el historial de producto desde la materia prima relacionándolo con los paquetes de batido, los lotes de polvo utilizados, los restos de producciones empleados… a la perfección.
Si de algo quedé absolutamente convencida fue de la seguridad aplicada en las instalaciones y la inocuidad de los productos elaborados por Eytzinger.
La verdad es que fue una auténtica gozada ver de primera mano, un proceso industrial tan innovador a la par que tradicional y fue un enorme placer contar con un Cicerón tan estupendo como Christian en nuestra visita. Muchísimas gracias por todo.

3 comentarios:

Caminar sin gluten dijo...

Ya sabíamos que habías disfrutado de este viaje, pero no alegramos de que por fin actualizaras el blog y saber de como os va.

Por lo que nos cuentas, disfrutasteis y aprendísteis, pero con esa compañia y en esas tierras no nos extraña.

Besotes

Ana y Víctor.

Doña Col dijo...

Hola Ana&Victor...
La verdad es que mis "vacaciones de blog" han sido un poquito largas... jejeje
El viaje estuvo genial y lo aprovechamos a tope...
Un abrazote

orogourmet- oro comestible dijo...

El Post genial, ha merecido la pena la espera a esa actualización de la que hablan Víctor y Ana. Recuerdos...
Mamen Martínez

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