Chafardeando en la cocina

El día siguiente tenían que ir acudiendo el resto. Unos acudían a comer a eso de las 4, de modo que no quedo otra que hacer comida en casa y esperar a que llegasen. El resto llegaba por la noche, a cenar, así que decidimos ir a San Vicente de la Barquera a meternos una de fritos grasosos y colesterolosos entre pecho y espalda…

El lugar elegido, fue un garito que creo que se llamaba “Colón” aunque no estoy muy segura. Está al final de la avenida principal, en los porches del fondo al lado del parking.

Pillamos raciones de boquerón en vinagre, calamares, papas, una ensalada y lo mejor de todo: unas raciones de merluza rebozada. Estaba en su punto, con el rebozado crujiente y dorado. Muy recomendable si se para por esas tierras. El total con pan y sangría fueron unos 10 € por persona. El punto negativo estuvo en la espera para cenar, desde que nos apuntaron en la lista de espera hasta que nos sentamos a cenar, unas dos horas… Así cualquiera hace gusa…